Qué significa para mí ser judío

La siguiente declaración de Elie Wiesel fue publicada en el New York Times, el 29 de septiembre de 2000, la víspera de Rosh Ha-Shanah (el primer día del año judío 5761)

Qué significa para mí ser judío

Elie Wiesel

La siguiente declaración de Elie Wiesel fue publicada en el New York Times, el 29 de septiembre de 2000, la víspera de Rosh Ha-Shanah (el primer día del año judío 5761), como parte de una serie patrocinada por el American Jewish Committee, que presentaba declaraciones de prominentes figuras de la vida pública norteamericana sobre "Qué significa para mí ser judío".

Recuerdo que cuando niño, del otro lado de océanos y montañas, el judío que hay en mí esperaba Rosh Ha-Shanah con temor y temblor.

Todavía lo hace.

Creía yo entonces que en ese Día de temor reverencial, las naciones y los individuos, los judíos y los no-judíos, son juzgados por su común Creador.

Todavía lo creo.

¿A pesar de todo lo que pasó? ¿A causa de todo lo que pasó?

Sigo creyendo que ser judío hoy significa lo que significaba ayer y miles de años atrás. Significa, para el judío que hay en mí, buscar la realización como judío y como ser humano. Para un judío, el judaísmo y la humanidad deben ir juntos. Ser judío hoy es reconocer que todas las personas están creadas a imagen de Dios, y que el propósito de nuestra vida es ser un recordatorio de Dios.

Naturalmente, estoy totalmente identificado con mi pueblo y su destino. El judaísmo integra aspiraciones particulares con valores universales, fervor y rigor, leyenda y ley. Ser judío es para mí rechazar todos los fanatismos en todas partes.

Ser judío es, sobre todo, salvaguardar la memoria y abrir sus puertas a la celebración de la vida y también al sufrimiento, al canto del éxtasis y también a las lágrimas de pesar que constituyen nuestro patrimonio como judíos. Es regocijarse por el renacimiento de la soberanía judía en Israel y el resurgimiento de la vida judía en la ex Unión Soviética. Es identificarse con la difícil situación de los judíos bajo regímenes opresivos y con los desafíos que enfrentan nuestras comunidades en las sociedades libres.

Un judío debe ser sensible al dolor de todos los seres humanos. Un judío no puede permanecer indiferente al sufrimiento humano, sea en otros países o en nuestras propias poblaciones y ciudades. La misión del pueblo judío nunca fue hacer el mundo más judío, sino hacerlo más humano.

 

Editorial remarks

Traducción del inglés: Silvia Kot