El futuro del diálogo interreligioso en Israel

¿Cómo será el futuro del diálogo interreligioso en Israel? En una época en que los apuñalamientos en las calles se volvieron casi cotidianos y crece la tensión, ¿pueden los judíos, los musulmanes y los cristianos – todos ciudadanos del Estado de Israel – visualizar un futuro mejor para los seguidores de sus religiones en este país? ¿Cómo haremos para que la realidad se acerque más al ideal? ¿En qué terrenos y en qué grupos deberemos centrarnos?

Hemos analizado estos temas en el Van Leer Jerusalem Institute ante un auditorio desbordante de más de 150 personas, el 2 de diciembre de 2015. Mi organización -- Interreligious Coordinating Council in Israel (Consejo Coordinador Interreligioso de Israel), que es, desde enero de 2015, un departamento de Rabbis for Human Rights (Rabinos por los Derechos Humanos) –patrocinó esta conferencia junto con otras tres organizaciones establecidas en Jerusalén --  Sisters of Sion (Hermanas de Sión),  el Tantur Ecumenical Institute  y el Van Leer Jerusalem Institute—para analizar estos temas y reflexionar sobre ellos en conjunto, en un clima de mutuo respeto y confianza genuina.

El primer orador, el Muy Reverendo Hosam Elias Naoum, que es el deán de la Catedral Anglicana St. George's de Jerusalén, ofreció serias y sensibles reflexiones. Como primer palestino deán de esta catedral anglicana, señaló dos desafíos principales para nuestro trabajo. En primer lugar, la actual situación política y la dificultad para separar la religión de la política en nuestra región. El objetivo de las religiones, dijo, es ser parte de la solución y no parte del problema. En segundo lugar, el fundamentalismo y el extremismo en las tres religiones monoteístas de Israel--judaísmo, cristianismo e Islam -- es un desafío que todos enfrentamos. Hay una necesidad inmediata de alzar voces moderadas, que deben ser oídas y tener mayor influencia.

¿Cómo podemos mejorar la situación? El Rev. Naoum delineó dos áreas en las que los líderes religiosos de nuestro país pueden desempeñar un papel significativo positivo. La primera área es la de la educación, especialmente a través de las escuelas. Hay muchas escuelas cristianas en Israel, que enseñan los valores de vivir todos juntos. Sí: esto puede hacerse mejor y más sistemáticamente en el futuro. La segunda área se desarrolla a través del culto y del estudio, a través de los sermones desde el púlpito y de grupos de estudio de la Biblia. Mucho más puede hacerse en estos marcos para promover la coexistencia pacífica. El Rev. Naoum subrayó la necesidad de trabajar con líderes religiosos de todos los niveles, desde la cima hasta las bases, ya que todos ellos pueden hacer que las cosas cambien.

La segunda oradora, la rabina Noa Sattath, directora del Israel Religious Action Center, el brazo de promoción pública y legal del movimiento reformista judío de Israel, también se refirió al problema del extremismo religioso, que crece en Israel. Habló apasionadamente sobre la necesidad de que los grupos religiosos liberales ofrezcan una perspectiva religiosa que constituya una alternativa para la perspectiva negativa que ocupa tanto espacio en los medios. “Este es nuestro momento”, dijo. “Necesitamos llegar a la mayoría silenciosa”.

La rabina Sattath presentó una idea práctica y creativa para aplicar su filosofía. Propuso que tres mil judíos y cristianos se reúnan en Jerusalén el próximo año para el Día de Jerusalén y rodeen la ciudad tomados de la mano, para evitar la violencia anti-árabe por parte de judíos religiosos/nacionalistas extremistas, que ha sido la marca distintiva del Día de Jerusalén en los últimos años.

El tercer orador, Issa Jabber – alcalde de la ciudad árabe israelí de Abu Gosh, y ex director durante muchos años del Consejo Coordinador Interreligioso de Israel—pronunció palabras conmovedoras:

Todos tenemos un sueño, una idea de lo que querríamos... Necesitamos cambiar las condiciones de nuestra realidad. Necesitamos una vida más pacífica, basada en la armonía y no en matarnos unos a otros. Necesitamos terminar con la injusticia, y con la frustración que provoca la actual injusticia. Y tenemos mucho que hacer para concretar nuestras ideas. Necesitamos ser más valientes. Necesitamos decir la verdad. Y necesitamos desarrollar más confianza entre nosotros, a través del diálogo.

Además, Jabber, que ha trabajado como educador durante casi toda su vida, insistió en que debemos cambiar muchas cosas en nuestro sistema educativo, con el objeto de educar a los jóvenes para la coexistencia en formas más significativas. También tenemos que llegar a los medios de comunicación masiva de un modo más sistemático para que nuestro mensaje de moderación y vida pacífica suene más fuerte y con mayor frecuencia.

Después de la discusión inaugural del panel, los asistentes a la conferencia pudieron elegir entre tres talleres para intercambiar ideas sobre los temas con mayor profundidad. Uno era sobre “El futuro de las relaciones entre judíos y musulmanes en Israel”; otro sobre “El futuro de las relaciones entre judíos y cristianos en Israel”; y el tercero, “Compromiso de los adultos jóvenes y el papel de los medios sociales”. Yo participé en el primero.

El presentador judío del taller sobre relaciones entre judíos y musulmanes en Israel fue el rabino Michael Melchior, que le ha dedicado más tiempo y energía a este tema que ningún otro rabino de Israel, y sigue haciéndolo. Él es el fundador y presidente del Mosaica Center for Religious Conflict Transformation in the Middle East, y de varias organizaciones dedicadas a la construcción de la paz religiosa, a la promoción del diálogo entre diferentes sectores de la sociedad israelí y al establecimiento de puentes para la coexistencia y la justicia entre judíos israelíes y árabes israelíes. En su singular estilo apasionado y persuasivo, el rabino Melchior se refirió a la necesidad de la paz religiosa, no solo de la paz secular. Los secularistas que llevaron adelante el proceso de paz de Oslo dejaron afuera a la religión y a los líderes religiosos. Esto fue un gran error. En opinión del rabino Melchior, para lograr una coexistencia pacífica en el futuro, necesitaremos incluir a los líderes religiosos y sus seguidores mucho más que en el pasado.

En mi propia tarea en el diálogo interreligioso durante los últimos 25 años, me involucré mucho más en las relaciones judeo-musulmanas que en las relaciones judeo-cristianas, en especial en los años recientes y sobre todo en este lugar. Las guerras con el cristianismo finalizaron hace mucho tiempo. Las Cruzadas se terminaron. Desde la promulgación de Nostra Aetate por parte de la Iglesia Católica, hace medio siglo, hemos mantenido un diálogo activo y exitoso con las denominaciones cristianas más importantes.

Ahora tenemos que desarrollar un diálogo sistemático, sensible y sustantivo con los musulmanes: con los líderes religiosos, los educadores, los líderes culturales, los jóvenes, los adultos jóvenes y los grupos de mujeres, en formas que no hemos practicado en el pasado. La buena noticia es que la mayoría musulmana de Israel tiene mucho interés en esto. Sin embargo, todavía no hemos desarrollado en forma significativa nuevas maneras de cubrir la brecha entre los judíos y los musulmanes israelíes en Israel. A mi juicio, este es el mayor desafío que deberán enfrentan los judíos involucrados en las relaciones interreligiosas en Israel (y en la Diáspora) durante los próximos años. Responder a este desafío—además de resolver el desafío político –será una tarea primordial para las futuras generaciones. Ambas tareas serán esenciales para el desarrollo de nuestra vida en común en Israel en las próximas décadas.

Editorial remarks

Publicado en el Huffington Post, el 8 de diciembre de 2015. Reproducido en este sitio con el amable permiso del autor.
El rabino Dr. Ron Kronish nació en Estados Unidos y vive en Jerusalén desde hace 35 años. Es el fundador del Interreligious Coordinating Council in Israel (ICCI).

Traducción del inglés: Silvia Kot