¡Basta de antisemitismo en Francia!

En París, el 20 de febrero de 2019, en el transcurso de la 34a Cena Anual del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia, el presidente del CRIF, Francis Kalifat, lanzó un vibrante llamado a luchar contra la alarmante escalada del antisemitismo en Francia. Reproducimos aquí los principales pasajes de su discurso.

Señor Presidente de la República: le agradezco por honrarnos con su presencia en esta 34ª Cena del CRIF. Señor Presidente, esta noche, mis palabras serán sombrías. (…)

Un antisemitismo alarmante

El Ministerio del Interior registró en el año 2018, 541 actos y amenazas antisemitas que fueron denunciados. Una cifra 74% más alta que en 2017. Y esta terrible revelación: los judíos, menos del 1% de la población, constituyen el blanco de la mitad de todos los actos racistas. Y estas cifran no toman en cuenta ni el antisemitismo en internet y las redes sociales, ni los actos y amenazas que no se denuncian.

En su estudio de fines de 2018 sobre el antisemitismo, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea afirma: “Casi el 80% de los encuestados no denuncian los incidentes graves a la policía ni a otro organismo porque creen en general que eso no cambiaría nada”. ¿Denunciar sirve todavía para algo? Para responder esta pregunta, sería necesario que se registraran todos los años las condenas y las sanciones por antisemitismo. El Ministerio de Justicia debería realizar y publicar ese balance anual, para el antisemitismo y todos los demás odios.

Las cifras son frías e impersonales. No pueden explicar los dramas y los miedos. En 2018, Mireille Knoll se agregó a la demasiado larga lista de las víctimas de asesinatos antisemitas en Francia. Se me comprime el corazón al pensar en el destino de esa sobreviviente de la Redada del Velódromo de Invierno que murió 76 años más tarde por el ensañamiento bárbaro de sus asesinos. Ese crimen tiene el gusto amargo de una repetición. Se me comprime el corazón al pensar en Sarah Halimi, ella también asesinada en su casa por un vecino, ella también asesinada al grito de “Allahu Akbar”, prácticamente un año exacto antes de Mireille Knoll. ¿Qué pasa con ese expediente? Parece estar estancado. La familia de Sarah Halimi espera el juicio para hacer su duelo. Señor Presidente de la República: ella me encargó que le transmitiera su desesperación. En 2018 y en 2017, dos ancianas fueron asesinadas en su casa en Francia por ser judías. En 2018, como en los años anteriores, franceses judíos han sido insultados, hostigados, amenazados, robados, agredidos o golpeados por ser judíos.

El antisemitismo cotidiano

Francia se encuentra hoy bajo la conmoción de actos antisemitas de un fuerte poder simbólico, pero muchos franceses judíos sufren desde hace años, y a menudo en medio de la indiferencia. Las palabras son terribles, pero no dicen nada de la vida de las víctimas del antisemitismo cotidiano. ¿Quiénes son estos franceses? Un joven de 19 años molido a golpes en la parada de un autobús del distrito 19 cuando los agresores vieron su kipá después de haber robado su mochila. Una joven de 20 años golpeada y robada en la calle en Sarcelles, que oyó gritar a sus agresores: “¡Te asustaste, sucia judía!”. Familias de Vitry-sur-Seine a las que les lanzaron escupitajos, latas de bebidas o huevos y a las que llenaron de insultos cuando salían de la sinagoga el sábado al mediodía. Los que tienen los medios para hacerlo, huyen. Los otros se quedan, en un clima hostil compuesto, todos los días, de brutalidades, amenazas y violencias.

Podría hablarle mucho tiempo sobre las víctimas del antisemitismo cotidiano. Pero ¿quiénes son sus agresores? Lamentablemente, son demasiado a menudo jóvenes musulmanes. Señor Presidente de la Republica: por desgracia, muchos versículos del Corán y hadices del islam se siguen usando, incluso en Francia, para darle al antisemitismo la legitimidad de textos sagrados. Nuestro país no puede aceptarlo. Hay que terminar con la justificación religiosa para el odio a los judíos. Para eso, necesitamos a los imanes, a las autoridades comunitarias y al conjunto de los franceses musulmanes. Estamos dispuestos a trabajar codo a codo con ellos. Ya lo hacemos con algunos, pero a menudo reciben amenazas e insultos y algunos viven incluso bajo protección policial.

En el siglo pasado, el Concilio Vaticano II mostró que era posible cambiar un corpus religioso y retirar de él toda justificación del odio a los judíos. Invitamos a los musulmanes a llevar al islam por el mismo camino.

No somos los únicos. En abril de 2018, por iniciativa de Philippe Val [ex director de “Charlie Hebdo”. N. de T.], 250 personalidades, entre ellas, un expresidente de la República y tres ex primeros ministros, firmaron un Manifiesto contra el nuevo antisemitismo. En él formulaban un pedido similar, porque el tema no es ni teológico ni religioso, sino político, porque la apuesta consiste, ante todo, en vivir juntos.

Antisemitismo de algunos musulmanes, antisemitismo de algunos “chalecos amarillos”… No existe un perfil único de antisemitas, aunque son muchos los que comparten el gesto de la quenelle [saludo nazi invertido. N. de T.] y la cultura del complot. Algunos detestan tanto a los judíos que quieren hacer desaparecer hasta su recuerdo. Mataron simbólicamente a Ilan Halimi por segunda vez al derribar los árboles plantados en su memoria. Otros, o quizá los mismos, extrañan a Hitler y su proyecto de exterminar a los judíos. Marcan el espacio público como lo hacían los nazis, poniendo una cruz gamada sobre un retrato de Simone Veil y sobre tumbas judías en Quatzenheim, Alsacia, e incluso escribiendo “Juden” en el escaparate de una tienda, Son extrañamente monomaníacos. También aumentaron los actos anticristianos y los actos homofóbicos en Francia, en 2018.

Las esferas del antisemitismo

El día anterior a la infame agresión que sufrió de parte de los chalecos amarillos, Alain Finkielkraut había hablado en una entrevista de una Francia negra-blanca-árabe que se aglutina en torno al odio a los judíos. El antisemitismo no es monocromo. Tampoco es monocorde, juega en diversas esferas. Una de ellas es hoy la Shoá, cuando es objeto de burla, cuando se la banaliza, se la relativiza y, a veces, simplemente se la niega. Me imagino la ira y el espanto de los sobrevivientes de la Shoá y del nazismo, de los descendientes de los deportados, de los resistentes y de los Justos. Me imagino, en particular, la ira y el espanto de Simone Veil, Claude Lanzmann, Marceline Loridan y Georges Loinger, que nos han dejado recientemente.

Otra esfera, muy apreciada en la extrema izquierda y entre los izquierdistas islámicos, es el antisionismo: ese rechazo solo para el pueblo judío del derecho de tener un Estado. Los antisionistas tienen una obsesión llena de odio: para ellos, el Estado de Israel es ilegítimo y el único Estado maléfico de la tierra. Una vez más, la eliminación del chivo expiatorio resolvería, por milagro, todos los problemas.

En la primera fila de los antisionistas, los activistas del BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) practican el hostigamiento y llaman al boicot. Sus blancos del momento son el próximo Concurso de Eurovisión que tendrá lugar en Tel Aviv, pero también bancos y grandes empresas como Carrefour y Axa. Sus acciones son ilegales y deben ser sancionadas.

Por un plan específico de lucha contra el antisemitismo

Una lucha eficaz contra el antisemitismo debe incluir todas estas esferas. Una definición del antisemitismo, ilustrada con ejemplos, es hoy una referencia: la del IHRA, la Alianza Internacional por la Memoria del Holocausto. Cubre todos sus aspectos, incluyendo el negacionismo y el antisionismo. Junto con otros países europeos, Francia votó a favor de esta definición al ser adoptada por la IHRA en 2016 y, también recientemente, a fines de  2018, en la resolución del Consejo Europeo sobre la lucha contra el antisemitismo.

Conforme a las recomendaciones del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo, varios Estados miembros la incorporaron ya a sus propios textos de referencia. ¿Por qué tardó nuestro país en hacerlo? Escuchemos a los policías, magistrados, docentes, educadores y usuarios de las redes sociales. Todos nos hablan de la necesidad de un texto claro al cual remitirse para desenmascarar todas las formas del antisemitismo, incluso el más pernicioso que se oculta detrás de la obsesión y el odio por Israel. ¿No es el papel del Estado establecer el marco pertinente? Algunos aducen que la definición de la IHRA impediría la crítica a la política israelí. No la leyeron o actúan con mala fe, porque la definición indica explícitamente que esa crítica no tiene que ver con el antisemitismo. Señor Presidente de la República: no permitamos más que los antisemitas jueguen con las palabras para eludir las demandas judiciales. Necesitamos la definición de la IHRA.

También necesitamos a la justicia y a los jueces. Ya es hora de que el antisemitismo, como el racismo, se juzgue con el derecho común, y no ya con la ley de 1881 sobre la prensa. Ya es hora de que, al dictaminarse las sanciones, estas vayan más allá de una apelación a la ley o a la pedagogía y que sean realmente disuasivas. Los jueces son independientes y es una suerte que lo sean, pero una vez más: ¿no debe ser el Estado quien establezca el marco? (…)

Señor Presidente de la República: nuestro país ha tomado en estos últimos meses algunas orientaciones que me parecen positivas y que también hay que destacar. Pienso en la regulación de internet y en la lucha contra los discursos de odio en las redes sociales. Aprobamos las recomendaciones del informe Avia/Amellal/Taieb. Es urgente implementarlo porque la situación se degrada día a día. Hay que ir incluso más allá y levantar el anonimato en las redes sociales para todas las cuentas que son vectores de odio.

Pienso también en diversas iniciativas lanzadas por Jean-Michel Blanquer [Ministro de Educación de Francia]. Conocemos su voluntad de terminar con la cultura de “no hacer olas” y con los ataques al laicismo. Conocemos su determinación para luchar contra los odios, el complotismo y el negacionismo. Pero se deben reforzar las acciones y el trabajo conjunto – pienso particularmente en el Memorial de la Shoá – porque actualmente, hay profesores que todavía temen abordar la Shoá en clase y eso es indigno de Francia. Ahora esperamos resultados. Francia necesita resultados y eficacia en la lucha contra el antisemitismo porque los odios se nutren del dejar pasar, de las renuncias y de la impotencia.

Señor Presidente de la República: sé que los poderes públicos están comprometidos en la lucha contra el antisemitismo, el racismo o el odio anti-LGBT. Sin embargo, podemos ver que los sucesivos planes de lucha contra los odios producen pocos efectos. Aunque la intención es buena, ¿no es la acción demasiado general? ¿No son esos planes demasiado genéricos cuando habría que responder a los problemas específicos de esos odios? Cada uno de esos odios es una enfermedad particular y ninguna es más grave que las otras. Pero no se pueden curar todas las enfermedades con un único y mismo tratamiento. Es hora de intentar tratamientos más focalizados. Esta  noche, expreso solemnemente el deseo de que se defina y se implemente un plan específico de lucha contra el antisemitismo, que integre todas sus dimensiones. La situación lo exige.

Llamado a una reacción nacional

Señor Presidente de la Republica: usted pronunció estas palabras muy fuertes a propósito de Simone Veil en la bellísima ceremonia de su entrada al Panteón. Lo cito: “Debemos mostrarnos siempre dignos como ciudadanos, como pueblo, de los riesgos que usted asumió y de los caminos que usted ha trazado, porque con esos riesgos y en esos caminos, señora, Francia es verdaderamente Francia”. Estas palabras nos obligan a todos.

La trayectoria extraordinaria de esas mujeres y esos hombres que descansan en el Panteón ha encendido, en el fondo de todos los corazones, una pequeña luz: la de una Francia valiente y fraternal, la de una Francia amante de la justicia y de la libertad. ¡Esas luces deben crecer, iluminar a nuestro país y devolverle la confianza! ¡Esas luces deben ayudarnos para que todos juntos podamos superar las crisis y salir de ellas más fuertes y más unidos! Como cada uno de nosotros, puedo medir la magnitud del desafío, rechazo la resignación y hago esta noche con ustedes un llamado a una reacción nacional. ¡Viva la República! ¡Viva Francia!

Editorial remarks

* Presidente del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia.
(Traducción del francés: Silvia Kot.