Recomendación sobre la educación en facultades de teología y seminarios católicos y judíos

17ª Reunión New York, 1-3 de mayo de 2001

Comité Internacional de Enlace Católico-Judío

17ª Reunión

New York, 4 de mayo de 2001

Recomendación sobre la educación en facultades de teología y seminarios católicos y judíos

Las relaciones entre la Iglesia Católica y el pueblo judío han progresado en forma significativa durante el último medio siglo. La educación de los futuros líderes religiosos y laicos de nuestras dos comunidades es crucial para que las próximas generaciones mantengan y promuevan este progreso.

En particular, los programas de estudio de las facultades de teología y los seminarios católicos deberán reflejar la importancia central de la nueva comprensión de la Iglesia de su relación con los judíos. Con ese fin, recomendamos:

  • Los cursos de Biblia, patrística, historia de la Iglesia primitiva y la liturgia deberán incorporar las últimas investigaciones sobre los orígenes cristianos. Esclarecer las complejas circunstancias que llevaron al surgimiento de la Iglesia y del judaísmo rabínico a partir del judaísmo antiguo, establecerá las imprescindibles bases para superar "la penosa ignorancia de la historia y las tradiciones del judaísmo, que sólo parecen formar parte del acervo de muchos cristianos en sus aspectos negativos y a menudo caricaturizados" (Notas para una correcta presentación de los judíos y el judaísmo en la predicación y la catequesis de la Iglesia Católica, 27, 1985). El personal docente deberá tener la oportunidad de proseguir su propia instrucción sobre las relaciones judeo-cristianas, para que sus cursos reflejen la riqueza de la investigación contemporánea.
  • Los cursos sobre los aspectos bíblicos, históricos y teológicos de las relaciones entre judíos y cristianos deberán formar parte integral de los programas de estudio de los seminarios y las facultades de teología, y no ser meramente optativos. Todos los graduados de facultades de teología y seminarios católicos deberán haber estudiado la revolución operada en la enseñanza católica sobre los judíos desde Nostra Aetate hasta la plegaria del papa Juan Pablo II en el Muro occidental, el 26 de marzo de 2000.

La comunidad judía debe realizar también un esfuerzo similar para promover una comprensión básica del cristianismo. Por motivos históricos, a muchos judíos les cuesta superar los recuerdos de generaciones de opresión antisemita. Por lo tanto:

  • Los líderes religiosos y laicos judíos deben alentar y fomentar en los colegios y seminarios judíos un programa educativo sobre la historia de las relaciones católico-judías y el conocimiento del cristianismo y su relación con el judaísmo. Este conocimiento no significa que los judíos deban aceptar los principios teológicos del cristianismo. La promoción del diálogo entre ambas confesiones religiosas implica reconocimiento, comprensión y respeto por las creencias del otro, sin tener que aceptarlas. Es especialmente importante que en las escuelas judías se enseñe el Concilio Vaticano II y los documentos posteriores, y los cambios de actitud que han abierto nuevas perspectivas y posibilidades para nuestras dos confesiones religiosas.

Las instituciones educativas de nuestras dos comunidades deberán hacer todos los esfuerzos adecuados a sus contextos particulares para que sus estudiantes tengan un contacto directo con las comunidades judía o cristiana, por medio de charlas de oradores invitados, viajes de estudio, grupos de diálogo y congresos nacionales e internacionales.

También se podrán utilizar los recursos de Internet, especialmente el sitio www.jcrelations.net y otros sitios de diversos centros dedicados al entendimiento judeo-cristiano.

 

Editorial remarks

Traducción del inglés: Silvia Kot)

www.bc.edu/bc_org/research/cjl/articles/joint_communique_01.htm