Martín Lutero y los judíos. Un recordatorio necesario en ocasión del aniversario de la Reforma

Declaración adoptada durante la 2ª sesión del 12º Sínodo de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD)

Bremen, 8-11 de noviembre de 2015.

En 2017, la EKD celebra el 500º aniversario de la Reforma. En esta oportunidad, miramos atrás hacia nuestra herencia histórica y teológica y nos preguntamos qué ideas fundamentales contienen para el presente. En medio de la gratitud y la alegría, no cerramos los ojos ante los errores cometidos por los reformadores y las Iglesias de la Reforma y su participación en la culpa.

Percepciones inquietantes

1.        EL objetivo de la Reforma era reformar la Iglesia por el poder del Evangelio. Esto no llevó a una nueva forma de considerar a los judíos. Los reformadores actuaban dentro de patrones de tradición antijudía, cuyas raíces se remontaban a los comienzos de la Iglesia.

2.        Es nuestra responsabilidad aclarar cómo lidiamos con las declaraciones antijudías efectuadas durante el periodo de la Reforma y la historia de su impacto y su recepción. Nos preguntamos en qué medida fomentaron una actitud general antijudía en Iglesias protestantes y cómo se puede superar esto en la actualidad. Analizar la actitud de Martín Lutero hacia los judíos adquiere un significado ejemplar en este proceso.

3.        Lutero vinculó las ideas centrales de su teología con patrones de pensamientos antijudíos. Sus recomendaciones para tratar con judíos en la práctica eran contradictorias. Primero auspició un acercamiento amistoso y persuasivo hacia los judíos, y luego recurrió a la invectiva, solicitando que se los privara de sus derechos y se los expulsara.

4.        En vísperas del aniversario de la Reforma no podemos pasar por alto esta historia de culpa. El hecho de que las recomendaciones antijudías de Lutero en sus últimos años constituyera una fuente para el antisemitismo nazi es un peso más que cargan las Iglesias Protestantes de Alemania.

Un legado preocupante

5.        Las declaraciones tempranas de Lutero y sus escritos tardíos, a partir de 1538, con su indisimulado odio a los judíos, muestran continuidad en su juicio teológico. Él consideraba al judaísmo de su tiempo como una religión que había renunciado a su propia vocación. La guiaba el mérito de las obras y se negaba a considerar que el Antiguo Testamento llevaba a Jesucristo. Según Lutero, el sufrimiento experimentado por los judíos era una expresión del castigo de Dios por negar a Jesucristo.

6.        El juicio de Lutero se relacionaba con la tradición occidental de hostilidad hacia los judíos. Al principio rechazaba las difamaciones generalizadas, como las acusaciones de profanar las hostias eucarísticas y los asesinatos rituales, y sostenía que eran mentiras y falsedades. Luego volvió a los estereotipos obsoletos, cegado por temores irracionales y resentimientos.

7.        Lutero creía que los cristianos solo podían vivir en vecindad con los judíos en forma temporaria y con la esperanza de convertirlos. En 1523, en una clara crítica a la habitual persecución a los judíos, expresó la esperanza de que “si uno trata con amabilidad a los judíos y los instruye cuidadosamente en la Sagrada Escritura, muchos de ellos se volverán auténticos cristianos”."[1] (El hecho de que Jesucristo nació judío). En 1543, escribió Sobre los judíos y sus mentiras. Por el temor de que tolerar la religión judía pudiera atraer la ira de Dios también sobre la comunidad cristiana, terminó ese tratado recomendando que las autoridades temporales quemaran sinagogas, destruyeran casas de judíos, confiscaran sus Talmuds y libros de oraciones, les prohibiera el comercio y los  obligaran a realizar trabajos forzados. Si esto no daba resultado, aconsejó echar a los judíos “como perros rabiosos”.[2]

8.        Durante siglos, muchas personas recurrieron a los consejos de  Lutero. Por un lado, en referencia a su actitud amistosa en 1523, abogaban por tolerar a los judíos pero también por una misión más intensiva hacia los judíos. Por el otro lado, apelaban a los textos tardíos de Lutero para justificar el odio y la persecución a los judíos, en particular cuando surgió el antisemitismo racista y en la época del nacionalsocialismo. No es posible establecer una simple línea de continuidad. Sin embargo, en los siglos XIX y XX, Lutero fue una fuente para el antijudaísmo teológico y eclesial, así como para el antisemitismo político.

Renovar las relaciones

9.        Después de 1945, las Iglesias iniciaron una curva de aprendizaje, al principio vacilante, sobre su fracaso culpable en cuanto al judaísmo, y ese proceso aún no se ha completado. La Iglesia Evangélica de Alemania redefinió su relación con el judaísmo en términos teológicos, rechazando toda forma de hostilidad hacia los judíos y llamando a un encuentro con el judaísmo. Se incluyeron declaraciones en este sentido en las constituciones de muchas Iglesias miembros de la EKD.

10.        Según nuestra interpretación actual, el punto de vista de Lutero sobre el judaísmo y su invectiva contra los judíos contradice su fe en el Dios único que se reveló en Jesús, el judío. Por lo tanto, el juicio de Lutero sobre Israel no corresponde a las afirmaciones bíblicas sobre la fidelidad de alianza de Dios hacia su pueblo y la eterna elección de Israel.

11.        En la teología y en la vida de Iglesia nos enfrentamos al desafío de repensar  doctrinas teológicas centrales de la Reforma y no caer en estereotipos despectivos antijudíos. Esto se refiere particularmente a las distinciones 'ley y evangelio', 'promesa y cumplimiento', 'fe y obras' y 'antigua y nueva alianza'.

12.        Reconocemos la necesidad de abordar críticamente nuestra herencia de la Reforma al interpretar la Escritura, en particular el Antiguo Testamento. Reconocemos que “la exégesis judía de las Sagradas Escrituras de Israel [Tanaj] contiene una perspectiva que es también no solo legitima sino incluso necesaria para la interpretación cristiana" (Church and Israel, Leuenberg Documents 6, II, 227). Podemos explorar la riqueza de la Escritura más profundamente cuando conocemos la interpretación bíblica judía.

13.        Reconocemos el papel desempeñado por la tradición de la Reforma en la dolorosa historia del “encuentro fallido” ( 'Vergegnung' de Martin Buber) entre los cristianos y los judíos. El enorme fracaso de las Iglesias Protestantes de Alemania con respecto al pueblo judío nos llena de tristeza y vergüenza. El horror de tales aberraciones históricas y teológicas y la conciencia de nuestra parte de culpa en el continuo sufrimiento de los judíos da lugar a una especial responsabilidad para resistir y oponerse a toda forma de enemistad e inhumanidad hacia los judíos de hoy.

14.        "Cuando nuestro Señor y Maestro Jesucristo dijo ‘Arrepiéntanse’, quiso decir que toda la vida de los creyentes fuera una vida de arrepentimiento" (Martín Lutero). El aniversario de la Reforma en 2017 es una oportunidad para avanzar más hacia el arrepentimiento y la renovación.

Bremen, 11 November 2015

Dr. Irmgard Schwaetzer

Presidente del Sínodo

Iglesia Evangélica de Alemania

 

[1] Lutero's Works, American Edition, 55 vols., eds. J. Pelikan and H. Lehmann (St. Louis and Philadelphia: Concordia and Fortress, 1955ff.), 45:200.

[2] Ibid., 47:292.

Editorial remarks

Traducción del inglés: Silvia Kot