Declaración sobre antisemitismo

Esta declaración fue aprobada por la Comisión Luterana Europea Iglesia y Pueblo Judío (LEKKJ: Lutherische Europäische Kommission Kirche und Judentum) - en la que están representadas 25 Iglesias luteranas de Europa -, en su reunión anual realizada en Cluj (Klausenburg), Rumania, el 9 de mayo de 2004.

Declaración sobre antisemitismo

Con gran preocupación observamos diversas expresiones de animosidad contra los judíos en nuestros países. Nuestros interlocutores judíos en el diálogo describen un aumento del antisemitismo, bajo muchas formas: pintadas en sinagogas y cementerios judíos, ataques verbales, amenazas telefónicas, e incluso violencia física.


Informes como el estudio del EUMC (European Monitoring Centre on Racism and Xenophobia) ?Manifestaciones de antisemitismo en la UE 2002-2003”, confirman ese aumento del antisemitismo, y exigen medidas para combatirlos: ?los líderes políticos europeos deben dejar muy en claro que consideran inaceptables el antisemitismo y el racismo, tomando una inequívoca posición sobre el tema, que tenga consecuencias en el nivel político”.


También esperamos una inequívoca posición por parte de los dirigentes y de todos los miembros de las Iglesias, ya que desde el punto de vista teológico, ?el antisemitismo es un pecado contra Dios y contra la humanidad” (Primera Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, Amsterdam, 1948, ?La actitud cristiana hacia los judíos”. También expresa la ?Carta ecuménica: orientaciones para una creciente cooperación entre las Iglesias de Europa” (Conferencia de las Iglesias Europeas y Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas”, 2001): ?Nos comprometemos: a combatir todas las formas de antisemitismo y antijudaísmo en la Iglesia y en la sociedad; a buscar e intensificar el diálogo con nuestros hermanos judíos en todos los niveles”.


Como cristianos luteranos, tenemos una responsabilidad especial, por los elementos antijudíos existentes en la tradición luterana. En los últimos años y décadas, este tema se presentó una y otra vez en las conferencias de la LEKKJ. La Declaración de Driebergen de la LEKKJ, de 1990, manifiesta: ?Instamos a las Iglesias luteranas no sólo a reparar los ataques antijudíos de las últimas expresiones de Lutero, con sus desastrosas consecuencias, en el sentido indicado por la Declaración Luterana de Estocolmo de 1983, sino también a replantear los patrones fundamentales de la teología y la enseñanza luteranas... a la luz de sus efectos sobre el diálogo entre cristianos y judíos”. Lamentamos que este criterio todavía no sea compartido por todos los miembros de nuestra Iglesia. Este desafío sigue siempre vigente. Actualmente, vemos que el antisemitismo aparece frecuentemente en forma de antisionismo. En cuanto Iglesias, tenemos lazos duraderos con el pueblo judío y con Israel. Al mismo tiempo,  tenemos relaciones con los cristianos palestinos. Pese a los esfuerzos por encontrar una posición equilibrada, a menudo observamos en el contexto cristiano una toma de posición no equilibrada a favor del punto de vista palestino.


En los debates públicos sobre estos temas, oímos con frecuencia alusiones antisemitas, como, por ejemplo, la inadmisible comparación entre la actual política israelí con la política de aniquilamiento de los nazis. La crítica a la política del Estado de Israel no es en sí misma antisemita. Pero se vuelve antisemita cuando se cuestiona la existencia misma del Estado de Israel En las discusiones públicas siempre vuelven a surgir clichés antijudíos como ?venganza” y ?ojo por ojo, diente por diente”.


Debemos subrayar que los desacuerdos políticas no justifican ningún ataque contra los judíos. Por otra parte, afirmamos que el Estado de Israel tiene el derecho y la obligación de defenderse y defender a sus ciudadanos del terror.

Editorial remarks

Esta declaración fue aprobada por la Comisión Luterana Europea Iglesia y Pueblo Judío (LEKKJ: Lutherische Europäische Kommission Kirche und Judentum) - en la que están representadas 25 Iglesias luteranas de Europa -, en su reunión anual realizada en Cluj (Klausenburg), Rumania, el 9 de mayo de 2004.

Traducción del alemán: Silvia Kot