Dar un testimonio fiel:
Declaración sobre las relaciones actuales entre
la Iglesia Unida de Canadá y el judaísmo
38º Consejo General de la United Church of Canada, agosto 2003
Preámbulo
La Iglesia Unida de Canadá está llamada a ser fiel a Jesucristo en el culto, la plegaria, la palabra y la acción entre nuestros semejantes y en el mundo. En consecuencia, el 36º Consejo General, reunido en Camrose, Alberta, en 1997, aprobó para toda la Iglesia un estudio del documento “Dar un testimonio fiel: relaciones actuales entre la Iglesia Unida y el judaísmo”.
Los miembros de la Iglesia Unida han respondido atentamente y en la oración al documento y a la declaración propuesta. Esta declaración incorpora esa respuesta, y desea ser una fiel expresión de la manera en que entendemos las relaciones entre la Iglesia Unida y el judaísmo.
Creemos que esta declaración refleja nuestra fe en Cristo y es consecuente con nuestro testimonio histórico como parte del Cuerpo de Cristo. Creemos que el Dios que conocemos en Jesucristo es el Dios Único que llamó a Sara y Abraham, le dio la Torah a Moisés, y puso la pasión por la justicia en los corazones de los profetas. Creemos, por sobre todo, en la fidelidad de Dios.
La Sagrada Escritura enseña que la Palabra eterna se hizo carne en la persona de Jesús, un judío. El Único, que es “nuestro juez y nuestra esperanza” vive como judío, muere como judío y resucita como judío. Al hacer esta afirmación queremos dar un testimonio fiel de la judeidad de Jesús.
Creemos que el Espíritu Santo nos llama a dar un testimonio fiel sobre la misión reconciliadora de Dios en Jesucrito. En Jesucristo, Dios abrió la puerta en una forma nueva a aquellos que antes estaban fuera de la alianza. Nuestra comprensión de la fidelidad de Dios estaría en riesgo si dijéramos que Dios ha abandonado la alianza con el pueblo judío. Como dice Pablo en Romanos 9-11, la alianza es irrevocable porque Dios es fiel.
Creemos que nuestra fe se ve en la acción. Jesús nos manda amar a nuestro prójimo, pero demasiado a menudo los cristianos han tratado a los judíos, nuestras hermanas y nuestros hermanos, como enemigos. Creemos que nuestra fe nos llama a arrepentirnos por las veces que la Iglesia fue infiel en su testimonio al no amar a los judíos como prójimos.
Por eso, como acto de arrepentimiento, y en fidelidad al mandamiento de no levantar falso testimonio contra nuestro prójimo, la Iglesia Unida de Canadá
a) reconoce:
- una historia de antijudaísmo y antisemitismo en el cristianismo en su conjunto, incluyendo a la Iglesia Unida de Canadá;
- una historia de interpretación de textos del Nuevo Testamento que a menudo ignoró el contexto judío del cual surgieron esos textos, con el resultado de una errónea interpretación antijudía profundamente arraigada;
- una historia de insensibilidad con respecto a la importancia de la Shoah para los judíos;
- antisemitismo y antijudaísmo como afrentas al evangelio de Jesucristo.
b) rechaza:
- toda enseñanza de una teología de desprecio hacia los judíos y el judaísmo;
- la creencia de que Dios abolió la alianza con el pueblo judío;
- la teología de la sustitución, la creencia de que los cristianos reemplazaron a los judíos en el amor y el propósito de Dios;
- el proselitismo hacia los judíos para que se conviertan al cristianismo.
c) afirma
- el significado del judaísmo, simultánemanete como una religión, un pueblo, y una comunidad de alianza;
- que el judaísmo, tanto el histórico como el actual, no puede ser entendido solamente a través del Antiguo Testamento;
- que los dones y la vocación de Dios hacia el pueblo judío son irrevocables;
el carácter único que tiene para el cristianismo la relación con el judaísmo; - que el judaísmo y el cristianismo, como religiones vivas, se han desarrollado en forma significativa a partir de una raíz común;
- que el amor de Dios se expresa tanto en su entrega de la Torah como del Evangelio;
que el Estado de Israel tiene derecho a existir en paz y seguridad; - nuestra vocación común con los judíos y otros para colaborar con el trabajo de Dios para el mejoramiento el mundo;
- la oportunidad para el crecimiento en la autocomprensión cristiana que resulta de un diálogo más cercano con el judaísmo, abierto y respetuoso.
d) insta a sus miembros, congregaciones, presbiterios, conferencias y el Consejo General
- a buscar oportunidades para encontrarse con judíos y aprender sobre el judaísmo moderno;
- a seguir estudiando los temas planteados por el documento “Dar un testimonio fiel”, junto con otros temas importantes para la relación judeo-cristiana;
- a estar alertas en la resistencia contra el antisemitismo y el antijudaísmo en la Iglesia y en la sociedad;
- a crear oportunidades en la liturgia de la Iglesia para destacar la importancia de las relaciones judeo-cristianas, como por ejemplo en los aniversarios de la Shoah en abril, o las fiestas mayores judías en septiembre/octubre, o la Kristallnacht en noviembre, o la Semana de la Hermandad en febrero.
La comisión supervisora del documento “Dar un testimonio fiel”:
Rev. Dr. Karen Hamilton (presidencia) Rev. Kerry Craig Dr. Alan Davies Rev. Marie Goodyear Rev. Clint Mooney Rev. Dr. Gerald Sheppard | Rev Dr. Andrew Stirling (hasta enero 2001) Rabino Roy Tanenbaum (observador judío) Rev. Dr. Gordon Taylor (desde enero 2001) Rev. Dr. Bruce Gregersen (staff) Rev. Dr. Peter Wyatt (staff hasta septiembre 2001) Rev. Chris Ferguson (staff desde septiembre 2001) |
Comisión redactora del documento:
Las siguientes personas formaron parte del grupo que redactó el documento original “Dar testimonio fiel: relaciones actuales entre la Iglesia Unida y el judaísmo” que fue aceptado por el 36º Consejo General (1997) como documento de estudio para la Iglesia Unida de Canadá:
Rev. Don Koots (presidencia) Rev. Clint Mooney Ms. Linda Payne | Rev. Bill Phipps Ms. Carolyn Pogue Phipps Mr. Fritz Voll |