Compasión por las numerosas víctimas y por aquellos que han perdido a algún allegado, horror frente a la barbarie de los asesinos, consternación y sentimiento de impotencia ante un fanatismo que se atreve a invocar a Dios y ha perdido todo sentimiento de humanidad.
¿Qué podría agregar en nombre de la Amistad Judeo-Cristiana de Francia, salvo quizá que es justamente la humanidad lo que debemos preservar, alrededor de nosotros, pero también dentro de nosotros, evitando ceder al odio y al miedo, preservando en nuestro interior esa imagen de Dios según la cual hemos sido creados.
Hemos vivido hace poco una magnífica velada en la cual la judía Catherine Chalier y la musulmana Karima Berger meditaron juntas el ejemplo de Etty Hillesum. Es esta vía de diálogo lo que puede fortalecernos en nuestra voluntad de continuar, cueste lo que cueste, construyendo la paz y la fraternidad. La AJCF se esforzará, por su parte, para seguir siendo fiel a ella.
Jacqueline Cuche
(Presidenta de la AJCF)