Diálogo interreligioso como antídoto contra la violencia religiosa radical

¿Cómo se puede usar positivamente el diálogo interreligioso e intercultural para revertir la destrucción creada por los movimientos radicales extremistas fundamentalistas?

Me pidieron que hablara sobre esta cuestión, el 1º de diciembre de 2016, en un panel sobre el tema “Revisitando nuestro patrimonio cultural y religioso para contrarrestar el extremismo violento”, que formó parte de una conferencia de dos días en Sevilla. La conferencia fue organizada por la Fundación Tres Culturas, una prestigiosa entidad con sede en esa ciudad, y auspiciada además por la Junta de Andalucía y el gobierno de Marruecos. He trabajado con esta Fundación durante muchos años y fue un honor que me invitaran a participar en las deliberaciones de esta importante conferencia. El tema general de la conferencia fue “Situación geopolítica y valores en el Mediterráneo y Oriente Próximo”.

En mi presentación, enfoqué 3 cuestiones fundamentales relacionadas con el futuro:

  • ¿Cuáles son los principales problemas y desafíos al abordar el diálogo interreligioso como método para contrarrestar la radicalización de grupos religiosos en los próximos años y décadas?
  • ¿Por qué es tan importante y sin embargo, ignorado, el diálogo con el Islam y qué se debe hacer?
  • ¿Cómo podemos conectar nuestro diálogo con la realidad, especialmente con los temas críticos como construir la paz en Israel/Palestina y otras partes del mundo?

El problema más importante que enfrentamos en Israel y Palestina —y en todo el mundo— sigue siendo la ignorancia. Después de todos estos años, todavía no sabemos demasiado unos de otros. Por lo tanto, necesitamos programas educativos interdisciplinarios, prolongados y sistemáticos, en diversos marcos: en escuelas y seminarios, en escuelas y universidades que entrenan a los profesores, en los programas de estudios de escuelas judías, musulmanas y cristianas, en diarios y revistas, en periódicos escolares, en conferencias y talleres, en la educación formal e informal, en toda clase de diálogos y a través de todos los medios de comunicación.

Para vencer a la ignorancia, debemos desarrollar un diálogo interreligioso genuino, un diálogo basado en la reciprocidad y en la necesidad existencial de aprender sobre el otro y del otro para encontrar mejores maneras de vivir juntos en comunidades, países y regiones, y en el mundo en general. No se trata de aprender por aprender. Se trata de establecer programas formulados para crear confianza entre personas de diferentes religiones, que deberán desarrollarlos en diversos modos de vivir juntos en paz.

¿Por qué es tan importante y sin embargo, ignorado, el diálogo con el Islam y qué se debe hacer?

¿Por qué hay tanta gente donde yo vivo (en Israel) y en todo el mundo, especialmente en Occidente, que aún no interactúa con musulmanes moderados (que son la abrumadora mayoría) de un modo sistemático, sustancial y sensible?

  • Porque todos tenemos miedo. ¡Nos hemos vuelto islamofóbicos! Una parte de nuestro miedo es racional. Pero una gran parte es una “fobia”, un temor irracional, alimentado por rumores y estereotipos de toda una comunidad y toda una religión y todos sus seguidores.
  • Porque nuestras comunidades han estado muy influenciadas por los medios de comunicación, que solo reflejan las acciones de los musulmanes fundamentalistas extremistas radicales asesinos: ISIS, Al Qaeda y los demás. Los medios nos adoctrinan permanentemente diciendo que así son los musulmanes. Que así es su religión. Que así piensan y actúan. Y nosotros—la mayoría de nuestros líderes y nuestras comunidades—lo consentimos.
  • Porque no hacemos un verdadero esfuerzo para conocer el Islam. No estudiamos los textos sagrados de los musulmanes ni sus enseñanzas religiosas. En general, confiamos en internet y en los tabloides, que nos “enseñan” qué representa supuestamente el Islam.

¡Esto debe terminar! Fomentar el odio hacia otra religión por los actos fanáticos de algunos grupos extremistas que dicen inspirarse en esa religión, pero en realidad la distorsionan hasta volverla irreconocible, no es una buena receta para construir un mundo mejor para todos los hijos de Dios.

Por eso, sostengo que desarrollar un diálogo genuino con musulmanes en todo el mundo—empezando en nuestras comunidades locales —es uno de los imperativos religiosos y éticos más importantes para las personas involucradas en el diálogo interreligioso e intercultural en la actualidad y en el futuro. No podemos persistir en la negación y la apatía sobre esta cuestión. No podemos seguir escondiendo la cabeza bajo tierra e ignorar este tema. Es vital para nuestro futuro común.

¿Cómo podemos conectar nuestro diálogo con la realidad, especialmente con los temas críticos como construir la paz en Israel/Palestina y otras partes del mundo? ¿Qué se necesitará en el futuro?

Se necesitará lo que me gusta llamar “el otro proceso de paz”, el educativo, religioso y espiritual, para complementar el político.

Las personas que participan en el diálogo interreligioso se volverán irrelevantes y quedarán en el pasado si no plantean los problemas críticos de la paz y la justicia en el mundo. Lo mismo si el diálogo se limita a los cristianos y los judíos o al plano académico y abstracto, centrándose en el pasado en vez de centrarse en el futuro. El diálogo debe estar relacionado con los esfuerzos para construir la paz –y para garantizar la justicia social —en todo el mundo, y especialmente en Israel y Palestina.

Por eso, en el futuro, el diálogo interreligioso, la educación y la acción común para sanar al mundo serán más necesarios que nunca. Habrá una necesidad existencial de una masiva campaña religiosa, espiritual, educativa y psicológica para cambiar los corazones y las mentes de las personas de los dos lados de muchos conflictos, incluso y especialmente del conflicto palestino-israelí. Mientras nos preparamos para el futuro, debemos desarrollar programas serios y sistemáticos para educar a las próximas generaciones en las cualidades básicas que serán necesarias para aprender a vivir juntos en una coexistencia pacífica.

 

Editorial remarks

El rabino Dr. Ron Kronish, director fundador y ahora consejero del ICCI, Interreligious Coordinating Council in Israel (filial israelí de Religions for Peace), un departamento de Rabbis for Human Rights, y Library Fellow del Van Leer Jerusalem Institute.

Este artículo fue publicado en el Huffington Post del 6 de diciembre de 2016. Se reproduce en este sitio con la amable autorización de su autor.
Traducción del inglés: Silvia Kot