“Seréis santos…”

43a conmemoración cristiana de la Shoah en Montreal.

El Diálogo Judeo-Cristiano de Montreal (DJCM) realizó su 43a conmemoración cristiana anual de la Shoá el domingo 1° de mayo de 2022. Este servicio especial de Vísperas, que se llevó a cabo en la iglesia St. Andrew and St. Paul, fue la primera conmemoración presencial desde 2019. Se reunieron judíos, cristianos y otras personas para recordar a los seis millones de judíos y el millón de otras víctimas del Holocausto, también conocido como Shoá, durante la Segunda Guerra Mundial.

El servicio fue copresidido por el reverendo Glenn Chestnutt, ministro de la iglesia St. Andrew and St. Paul, y la rabina Sherril Gilbert, presidenta del Diálogo Judeo-Cristiano de Montreal. En la introducción, el reverendo Chestnutt leyó un mensaje del reverendo Daniel Scott, moderador de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de Canadá. Haciendo referencia a los seis millones de judíos asesinados bajo el régimen nazi, dijo que “si tuviéramos que observar un minuto de silencio por cada vida perdida en el Holocausto, estaríamos callados durante once años y medio”. También anunció la inminente aprobación por parte de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia de un nuevo glosario judeo-cristiano, “destinado a que sus usuarios aprendan a conocer su propia fe y la del otro, y descubran las principales semejanzas y diferencias entre sus religiones, y a ofrecer una nueva manera de abordar y expresar sus esperanzas y sus oraciones por la paz y la justicia”.

El tema de la conmemoración “Seréis santos...” se inspira en el capítulo 19 del Levítico, un pasaje en el que se encuentra la regla de oro: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19,18), reiterada por Jesús en los Evangelios (Mateo 22,39). En su reflexión, la rabina Gilbert señaló que, en realidad, ese mandamiento “no se dirige a nuestros sentimientos o a la emoción que llamamos amor. Creo más bien que se dirige a nuestros comportamientos: cómo actuamos los unos hacia los otros, si actuamos con compasión y si nos tratamos bien”. Agregó que “cuando cumplimos ese mandamiento, manifestamos las cualidades del amor y de la consideración de Dios en el terreno humano. Y en ese proceso, nos transformamos, convirtiéndonos en vasos santos para lo Divino”. Y finalizó diciendo que “una vida de santidad se obtiene mediante esfuerzos individuales concertados para cuidar, curar, escuchar y reparar”.

Rachel Gropper ofreció el testimonio de una sobreviviente. Sus padres, Abraham y Franja Kruger, se casaron en Varsovia en 1938. Se fueron de Polonia durante el bombardeo de la ciudad en1939 y se refugiaron en Rusia. Fueron enviados como trabajadores forzados a la mina de carbón de Jegorshino (Siberia), donde nació Rachel en 1941. Algunos años más tarde (1943), la familia fue enviada a Samarcanda (Uzbekistán) para hacer trabajos forzados en una fábrica de harina, y allí su madre tuvo a su segundo hijo, Joseph. “Yo solía preguntarle a mi madre cómo había podido pensar en tener hijos en esas condiciones. Y ella contestaba siempre que era una esperanza para el futuro y era importante”. 

La familia logró sobrevivir hasta el final de la guerra y pasó tres años en un campo de refugiados en Austria (1946-1949). Finalmente, la madre de Rachel fue contratada para trabajar como diseñadora en una fábrica en Montreal. La familia emigró a Canadá en julio de 1949. Rachel creció como canadiense e hizo una fructífera carrera como educadora. Se casó con Aaron Gropper en 1961: tienen dos hijos y una familia numerosa. ¡La madre de Rachel había tenido razón!

Luego, en la ceremonia, se encendieron seis velas para honrar la memoria de las víctimas de la Shoá, de los sobrevivientes, de las demás víctimas del nazismo y las víctimas de otros genocidios. También fueron evocados los justos, los libertadores y los artífices de la paz, de “ayer y hoy”. Se invitó a la asamblea a unirse en una plegaria responsorial para expresar la determinación de responder al llamado a la santidad, perpetuando la memoria de las víctimas de la Shoá, honrando la vida, respetando la diversidad, mostrando compasión y atención hacia los demás, siendo justos y artífices de la paz.

Los cantos y la música fueron interpretados por un cuarteto vocal compuesto por Rona Nadler, Alexandra Asher, Kerry Bursey y Dave Benson, con la dirección del Dr. Jonathan Oldengarm, director musical y organista. Además del preludio (Cuatro preludios op. 10 de J. Sulzer) y del postludio (tomado de la Sonata no 3 de F. Mendelssohn), el programa musical incluyó fragmentos de las Lamentaciones de Jeremías (Palestrina), del Salmo métrico 9: The Lord’s my Shepherd (Crimond), Eli (H. Senesh - P. Amidon), y de la tradicional plegaria judía para la curación Mi shebeirach (D. Friedman - M. Feinsinger).

Para concluir la conmemoración, la rabina Gilbert recitó el Kadish del doliente que “impregna los lugares más profanos y más banales de la santidad del nombre de Dios”. La rabina Gilbert y el reverendo Chestnutt bendijeron a la asamblea con las palabras de Números 6, 24-26 (la “bendición sacerdotal”), con el deseo de que cada uno sintiera la luz, la gracia y la presencia de Dios, y hallara la paz.  

Unas 80 personas asistieron en persona a la conmemoración en la iglesia St. Andrew and St. Paul. El acto, transmitido en directo por la cadena YouTube de la iglesia, tuvo más de 250 vistas. Otras comunidades cristianas de Quebec y de otros lugares fueron invitadas a conmemorar la Shoá en sus propios servicios religiosos el 1° de mayo. El DJCM preparó recursos para ellos, puestos a su disposición en el sitio del Centro Canadiense de Ecumenismo y difundidos en las redes de Iglesias.

El Diálogo Judeo-Cristiano de Montreal, fundado en 1971, está compuesto por representantes de las diversas organizaciones que lo patrocinan. Se reúnen regularmente para construir y reforzar la comprensión y el apoyo mutuos entre las comunidades cristianas y judías.

Editorial remarks

Jean DUHAIME es profesor emérito de interpretación bíblica de la Universidad de Montreal y redactor de la sección en francés de este sitio. Interviene en el diálogo interreligioso desde hace muchos años. Fue presidente del Diálogo Judeo-Cristiano de Montreal (DJCM). Es miembro de la Comunidad Cristiana St-Albert-le-Grand de Montreal.
Traducción del francés: Silvia Kot.