Pésaj, el Día del Holocausto y la Catedral de Buenos Aires

Información proporcionada por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg

Pésaj, el Día del Holocausto y la Catedral de Buenos Aires

Quienes visiten la Catedral Metropolitana de Buenos Aires encontrarán en el principal templo católico de la Argentina una pieza artística que resume el espíritu de reconciliación que anima a la mayoría de los herederos de la cultura judeo-cristiana.


En el sexto aniversario de su inauguración, y en coincidencia con el Día del Holocausto, que se conmemora el 19 de abril, y con la festividad judía de Pésaj, el 17 de abril, el Mural Conmemorativo para las Víctimas del Holocausto constituye un ejemplo de la coexistencia en la Argentina, un país que necesita acciones concretas de entendimiento y respeto por las diferencias.

El Mural, un monumento artístico sin precedentes en el mundo de las relaciones judeo-cristianas, fue inaugurado por el fallecido cardenal Antonio Quarracino el 14 de abril de 1997, y es preservado por la determinación del actual Primado de la Argentina, el cardenal Jorge Bergoglio. Sus dimensiones son 1,80 de largo por 1,20 de ancho. Está compuesto por dos paneles de vidrio, entre los cuales se han colocado hojas de libros de oraciones rescatadas de entre las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz, y del Ghetto de Varsovia. Fue precisamente en el Ghetto de Varsovia donde el 19 de abril de 1943, 40.000 judíos allí confinados llevaron a cabo el primer levantamiento urbano de la Europa ocupada.

En los cuatro ángulos del marco del Mural, de plata labrada, pueden verse una Menorah (candelabro), las Tablas de la Ley y la Estrella de David. El proyecto, una idea del fundador de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, Baruch Tenembaum, fue diseñado por el arquitecto Norberto Silva y realizado por el renombrado orfebre Carlos Pallarois.  Inaugurado en 1997 en la capilla de Santa Teresa de Jesús de la Catedral, se reinstaló al año siguiente en la capilla de la Virgen de Luján, por un pedido póstumo del cardenal Quarracino. El 26 de diciembre de 1997 -Quarracino falleció el 28 de febrero de 1998-, le escribió a Tenembaum: ?Pronto se cumplirá el primer aniversario del descubrimiento de este digno Monumento en la Catedral, ante el que he pedido se invite a judíos que así lo deseen a cubrirse la cabeza. El lugar definitivo del Mural estará ligado al lugar de descanso que anhelo tener dentro de la Catedral, para continuar pregonando la fraternidad como lo he hecho toda mi vida”.

El visitante probablemente se sorprenderá al ver letras del alfabeto hebreo en un templo cristiano. Entre los textos en el lenguaje sagrado, se pueden apreciar los caracteres de la primera página de una Haggadah de Pésaj (libro ritual de oraciones de la Pascua judía), rescatada de un campo de concentración de la región de Toulouse, Francia, en 1942. Son los mismos caracteres que ilustran el único sello postal con letras hebreas de la Argentina, emitido en 1998 por el Correo Argentino, por iniciativa del Dr. Natalio Wengrower, vicepresidente de la IRWF.

La Haggadah fue donada por la señora Miriam Kesler: el libro perteneció a su padre, asesinado por los nazis en Francia.   En su breve historia, el Mural fue visitado por importantes personalidades mundiales, tales como el cardenal John O?Connor, arzobispo de Nueva York, Angelo Sodano, secretario de la Santa Sede, y el Premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, entre otros. Más de cinco millones de personas han visitado el Mural desde su inauguración.

Es interesante mencionar que la Iglesia Evangélica Alemana, en una decisión de relevancia histórica, ha resuelto montar una réplica del Mural en una iglesia de Berlín, en 2003. De este modo, la capital alemana será la segunda metrópoli del mundo que albergará en un templo cristiano un memorial para el pueblo asesinado en la Shoah, privilegio que hasta ahora sólo tenía la ciudad de Buenos Aires.

Editorial remarks

Información proporcionada por la Fundación Internacional Raoul Wallenberg