En el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, la ONU llama a una tenaz vigilancia para impedir nuevos genocidios

El 27 de enero pasado, las Naciones Unidas rindieron homenaje a los 6.000.000 de judíos y a muchos otros que fueron masacrados en el Holocausto nazi con una solemne ceremonia en la sala de la Asamblea General, una crítica a los negadores del Holocausto y una advertencia del Secretario General Ban Ki-moon sobre los peligros del antisemitismo y de toda clase de odio.

“Las Naciones Unidas se fundaron para impedir que horrores de ese tipo volvieran a suceder. Sin embargo, tragedias como las de Camboya, Ruanda o Srebrenica demuestran que el veneno del genocidio sigue activo”, deploró Ban en su mensaje.

Ban Ki-moon recordó su visita al campo de Auschwitz-Birkenau en noviembre, cuando atravesó la “infame” puerta que muestra el slogan “Arbeit macht frei”. “Nunca olvidaré esa visita”, señaló.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, se refirió a su propia visita a Auschwitz-Birkenau con un “simple mensaje” para quienes niegan que el Holocausto tuvo lugar o se involucran en el antisemitismo y otras formas de intolerancia o discriminación religiosa, racial o étnica. “Visiten ese terrible lugar histórico”, expresó en su mensaje. “Es una lección de humildad y una experiencia realmente desgarradora en la que uno siente el frío helado del mal y la inmensa tragedia infiltrada en sus paredes y sus cimientos. Es importante sentir – no sólo conocer de un modo abstracto – adónde puede llevar ese comportamiento”.

“Todos los años, el 27 de enero, debemos tomarnos el tiempo para recordar a las víctimas del Holocausto y reflexionar sobre cómo pudo suceder y cómo fracasó el mundo tan estrepitosamente en evitarlo. El Holocausto constituye un fuerte recordatorio de los peligros de la discriminación y la intolerancia, y del poder mortífero de la incitación al odio racial”, agregó, poniendo el acento en la obligación de reaccionar con rapidez y firmeza ante la discriminación y la violencia contra individuos y comunidades enteras donde sea que se manifiesten.

“Aun hoy, en muchos lugares del mundo, hay personas perseguidas por su raza, su religión, su origen, su orientación sexual o sus opiniones políticas”, advirtió. “Debemos dejar de ignorar las señales de las serias violaciones a los derechos humanos cuando aparecen. Es lo menos que podemos hacer para honrar a todos esos millones de seres humanos asesinados en masa por otros seres humanos que intentaron justificar los crímenes de guerra, los crímenes contra la humanidad y el genocidio con filosofías políticas y propaganda inspiradas en el odio”.

Al abrir la ceremonia conmemorativa, el presidente de la Asamblea General, John Ashe, señaló que este Día enfatiza la determinación de la comunidad internacional para que “esta clase de inconmensurable horror y terrible crueldad” ya no tenga lugar en el mundo. “Estamos reunidos hoy aquí para dar testimonio de todos los que fueron maltratados, sufrieron y murieron, dijo. “Jamás los olvidaremos, no los hemos olvidado, y no nos han dejado en vano. La ferocidad y la crueldad generalizada del Holocausto pusieron en primer plano  el profundo y poderoso imperativo moral de que estos enormes crímenes deben ser desterrados para siempre de nuestro planeta. Este imperativo moral convoca a la comunidad internacional a garantizar que este horrendo crimen contra la humanidad, incluyendo algunas de sus derivaciones, nunca se repita en ninguna de sus formas”.

Por su parte, Steven Spielberg, el director de la película “La lista de Schindler”, dijo en su discurso que el mundo no saldrá del Holocausto hasta que deje de haber genocidios, hasta que “lo impensable se vuelva imposible…” “Trágicamente, todos somos conscientes de que el Holocausto está hoy con nosotros en los actuales intentos de genocidios alrededor de nuestro planeta”, agregó. Destacó el papel de las Naciones Unidas en difundir ese mensaje. “La ONU es una de las instituciones más importantes que ha creado la humanidad, no sólo por la esperanza compartida de que cumpliría lo que sostiene su Carta, sino porque les da la oportunidad a representantes de todos los pueblos del mundo de escuchar a los testigos que cuentan sus experiencias, y después de oírlos, elaborar su política. En este lugar, el testimonio es la base de la acción”.

Uno de esos testigos estuvo presente en ese acto. Rena Finder, una sobreviviente del Holocausto cuyo nombre figuraba en la verdadera lista de Schindler, ofreció su testimonio en la sala de la Asamblea General. “La tarea de mi vida ha consistido en alentar a los jóvenes a aceptar más a los otros y a aprender de la crueldad infligida a los judíos y otras minorías en el Holocausto”, dijo. En una entrevista posterior para la televisión de la ONU, Steven Spielberg dijo que difundir los testimonios de los testigos oculares era el trabajo educativo más importante que podían hacer las Naciones Unidas para evitar futuros genocidios.

Las ceremonias incluyeron la presentación de dos exposiciones en las oficinas centrales de la ONU, bajo el título “Semana de Conmemoración: viajes a través del Holocausto”, en recuerdo del 70º aniversario de la deportación de más de medio millón de judíos de Hungría a los campos de exterminio nazis.

 


Mensaje del Secretario General de la ONU en ocasión del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto

27 de enero de 2014

Cada año, en el aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, conmemoramos a las víctimas del Holocausto. Recordamos el sufrimiento de millones de inocentes y ponemos de relieve los peligros del antisemitismo y del odio de cualquier tipo.

Este año centramos nuestras actividades en los viajes a través del Holocausto, lo que me hace recordar un viaje que yo mismo hice recientemente.

El pasado noviembre, atravesé la infame puerta coronada por el “Arbeit macht frei” de Auschwitz-Birkenau. Nunca olvidaré esa visita.

Contemplé los horrorosos restos de la maquinaria del genocidio, así como imágenes conmovedoras de la vida de los judíos europeos en la década de 1930 (bodas, comidas familiares, rituales, escenas simples de la vida diaria) extinguidas todas ellas mediante un asesinato sistemático sin parangón en la historia humana.

Vi los barracones donde judíos, gitanos, homosexuales, disidentes, prisioneros de guerra y personas con discapacidad pasaron sus últimos días en las condiciones más atroces.

Las Naciones Unidas se fundaron para impedir que horrores de ese tipo volvieran a suceder. Sin embargo, tragedias como las de Camboya, Ruanda o Srebrenica demuestran que el veneno del genocidio sigue activo.

Debemos permanecer en todo momento vigilantes frente a la intransigencia, las ideologías extremistas, las tensiones comunitarias y la discriminación de las minorías. Y debemos enseñar bien a nuestros hijos. El Programa de Divulgación del Holocausto de las Naciones Unidas ha elaborado material educativo eficaz y establecido asociaciones sólidas que permiten impartir esas lecciones a estudiantes de todo el mundo.

De pie, junto al crematorio de Auschwitz, sentí una honda tristeza por todo lo que había sucedido allí. Pero también me sentí inspirado por quienes liberaron los campos de la muerte en beneficio de toda la humanidad. Unamos hoy nuestras fuerzas en un viaje compartido hacia un mundo de igualdad y dignidad para todos.