Consulta del ICCJ: fundamentalismo religioso

La naturaleza del fundamentalismo religioso y su impacto en el diálogo interreligioso fue el tema del encuentro entre el Comité Ejecutivo del ICCJ y un grupo de expertos invitados a Heppenheim, a fines de enero de 2018. ¿Qué define lo que caracteriza a un fundamentalista? ¿Podemos, y deberíamos, iniciar un diálogo con los fundamentalistas? Y si decidimos iniciar un diálogo con los fundamentalistas, ¿cuál sería nuestro objetivo?

Todos los años, en enero o febrero, el Comité Ejecutivo del ICCJ realiza una serie de reuniones internas. Al mismo tiempo, consulta a algunos invitados sobre un tema de actualidad. El título de la consulta de este año fue “El fundamentalismo religioso: definición y descripción de un fenómeno mundial y su impacto en las relaciones intrarreligiosas e interreligiosas”.

En la preparación de estas reuniones, los miembros del Comité Ejecutivo previeron una sesión para intercambiar ideas y reflexiones con los expertos invitados sobre el tema del fundamentalismo religioso. Aprovechando la diversidad del Comité, esa sesión se centró en las perspectivas y los conocimientos geográficos, profesionales y confesionales de sus miembros.

Los expertos de la consulta de este año fueron personas famosas en el mundo del diálogo interreligioso. El primero en tomar la palabra fue el Dr. Reuven Firestone, profesor del Jewish Institute of Religion del Hebrew Union College y nuevo presidente del Foro Abrahámico Internacional del ICCJ (IAF), un comité para el diálogo judeo-cristiano-musulmán. La disertación del Dr. Firestone se tituló: “Fundamentalismo: terminología y fenomenología en el monoteísmo escritural”. Como posee un profundo conocimiento del judaísmo y del islam, el Dr. Firestone originó una fructífera discusión entre los participantes de la consulta. Pronto se hizo evidente que no sería suficiente hablar de “fundamentalismo”, sino más bien de “fundamentalismos”.

Mehmet Senel, de la Universidad Goethe de Fráncfort, ofreció luego una reflexión en el mismo sentido. La intervención de Senel, titulada “Combatir el extremismo violento: las razones de la radicalización de la juventud musulmana y las estrategias para enfrentarla”, expuso en detalle cómo los factores sociales y económicos pueden ser al mismo tiempo el terreno del fundamentalismo y un medio para combatirlo. Mehmet Senel sostuvo que los jóvenes que no están acostumbrados al concepto de democracia – o creen que viven fuera de la sociedad dominante – suelen ser más vulnerables al reclutamiento islamista. En consecuencia, es de la mayor importancia actuar de manera preventiva, tendiéndoles la mano a los jóvenes marginalizados dentro de las escuelas y durante las actividades extraescolares.

En la segunda parte de la consulta, el rabino Dr. David Sandmel, director de asuntos interreligiosos de la Liga Antidifamación (ADL) de Estados Unidos y veterano del diálogo judeo-cristiano, pronunció una alocución titulada “Fundamentalismo y judaísmo”. En esta estimulante exposición, el rabino Sandmel abordó el fundamentalismo judío en el pasado, que se podría asociar al martirio en algunos casos, y el fundamentalismo de hoy, que va de las interpretaciones literales de textos sagrados al deseo de reconstruir el Templo de Jerusalén. Su intervención suscitó una discusión sobre el fundamentalismo activo en relación con el fundamentalismo pasivo, y sobre el modo en que quienes están involucrados en el diálogo interreligioso deberían identificar y eventualmente manejar esos fundamentalismos de diferentes maneras. La última oradora fue la Dra. Clare Amos, que fue hasta hace muy poco tiempo la responsable del programa para el diálogo interreligioso y la cooperación del Consejo Mundial de Iglesias. Con pasión y humor, pronunció un discurso titulado “Por amor a Sión, no callaré” (Isaías 62,1): los fuertes ruidos del sionismo cristiano”, y le ofreció al público muchas citas interesantes y sugestivas provenientes de diversas fuentes. Tras la intervención de la Dra.  Amos, los participantes discutieron sobre el sionismo en cuanto fenómeno, sus implicancias históricas y la cuestión de si el sionismo es o no innato, tanto en el judaísmo como en el cristianismo.

La última parte de la consulta tuvo lugar el jueves 1º de febrero por la mañana. Enriquecidas por los diferentes puntos de vista presentados por los expertos invitados y los miembros del Comité Ejecutivo, continuaron las discusiones sobre el tema “El integrismo religioso como desafío para las relaciones judeo-cristianas y el diálogo interreligioso”. El objetivo de las consultas anuales es proveer al Comité Ejecutivo, a sus enlaces y a sus invitados, conocimientos actualizados que puedan ser beneficiosos para el trabajo internacional del ICCJ, así como para el trabajo local y regional de las organizaciones miembros.

El interrogante planteado en esta reunión sobre si el ICCJ debería o no iniciar un diálogo con los fundamentalistas, generó un segundo interrogante: si el ICCJ o sus organizaciones miembros se involucran en un diálogo interreligioso con los fundamentalistas, ¿cuál debería ser su objetivo? Durante la consulta, flotaba en el ambiente una discusión sobre la naturaleza y las modalidades del diálogo: los participantes llegaron a la conclusión de que, así como existe un fundamentalismo activo y un fundamentalismo pasivo, pueden existir abordajes activos y pasivos del diálogo. En un primer momento, el núcleo del diálogo interreligioso reside en el hecho de compartir y escuchar los puntos de vista del otro. Pero en el siguiente paso, pueden introducirse cuestiones destinada a clarificar mejor las posiciones de los interlocutores que intervienen en ese diálogo. Esta forma de diálogo puede ser considerada como reactiva o pasiva, en el sentido de que no intenta convencer al otro de las propias opiniones. Sin embargo, cuando tratamos temas como la xenofobia, el antisemitismo y el fundamentalismo, a menudo sentimos la necesidad de hacer algo más que simplemente preguntar y escuchar. Un abordaje más activo del diálogo interreligioso tratará de luchar contra tendencias destructoras, y esto implica ir más allá de hablar y escuchar. ¿Debería iniciar el ICCJ esta clase de diálogo? ¿Y cómo debería hacerse concretamente? ¿Podemos suponer que encontraremos fundamentalistas que quieran participar en nuestro trabajo? ¿Qué definición de fundamentalismo debería aplicarse al buscar esa clase de participantes?

Los días de la consulta fueron intensos y quizá no podamos sacar demasiadas conclusiones en esta etapa. Antes debemos reflexionar sobre todo lo que estas reuniones nos aportaron. Sin embargo, los participantes de la consulta llegaron a un consenso sobre el hecho de que el fundamentalismo debe ser abordado como un fenómeno plural, y que debemos ser claros sobre lo que queremos decir cuando hablamos de fundamentalismo judío, cristiano y musulmán. Además, es posible que el desafío sea aún más grande en el seno de nuestras comunidades de fe, porque el encuentro con un fundamentalista del propio grupo religioso puede ser más difícil de manejar que el encuentro con un fundamentalista de otra comunidad. Hay también una gran discrepancia entre el significado original de “fundamentalismo”, introducido en un contexto cristiano, protestante, y la definición que dan los medios de comunicación en la actualidad. Vemos que a menudo los medios, los políticos y los lobbistas usan indistintamente las palabras “fundamentalismo” y “extremismo”: esto desvía las discusiones en una dirección hacia la cual quizá no deseamos ir. Cuando se mezclan el integrismo y el extremismo, se corre el riesgo de perder la posibilidad de aplicar perspectivas escriturales y litúrgicas al fundamentalismo. Como el ICCJ es una organización paraguas compuesta por decenas de miles de activistas de 40 países, el clero y los laicos, los teólogos y los miembros de las comunidades pueden estar bien situados para abordar el fundamentalismo a través del estudio de los textos. Para profundizar la exploración de este camino, la comisión de teología del ICCJ trabajará en compilar los resultados de esta consulta, que serán presentados antes de nuestra próxima conferencia internacional. Seguramente, los miembros del ICCJ de todo el mundo se harán las mismas preguntas que nos hacíamos nosotros antes de la consulta, y nuestro objetivo será proporcionar directivas prácticas basadas en nuestros resultados y en los conocimientos que aportaron nuestros expertos. Esperamos que esto forme parte de nuestras herramientas para el diálogo y facilite los próximos intercambios sobre este tema.

 

Editorial remarks

Nike Snijders, responsable de comunicaciones del ICCJ
Traducción: Silvia Kot